sábado, 7 de julio de 2012

Fe y Razón Dilema Existencial del Hombre

La fe y la razón son como las dos alas con las cuales el espíritu humano se eleva hacia la contemplación de la verdad. (Fides et Ratio SS. Juan Pablo II)
El cristianismo con la filosofía viene determinado, ya desde sus inicios, por el predominio de la fe sobre la razón. Esta actitud queda reflejada en lo que se transmitirá a lo largo de toda la tradición filosófica desde sus inicios hasta Santo Tomás, quien replanteará esta relación entre fe y razón


Desde concepciones de nuestra era y a concepto personal de los estudios que he realizado, podemos notar fe y razón como dos formas de convicción que subsisten con más o menos grado de conflicto, o de compatibilidad.

La fe generalmente es definida como cualquiera creencia que no esté basada en la evidencia o la razón. Mientras que razón es la creencia fundada en la lógica o la evidencia. De hecho, el hombre desde una perspectiva racional, ha querido verificar la unión intrínseca entre la fe y la razón como dos concepciones no separadas entre si.

Miremos entonces como las creencias que son sostenidas desde la fe pueden estar sujetas a relaciones con la misma razón humana...


En primer lugar, la fe vista como subordinación de la razón, en donde todo el conocimiento humano y la razón son vistos como dependientes de la fe, puesto que tiene que haber fe en nuestros sentidos, fe en nuestros recuerdos, y fe en los recuentos de sucesos que recibimos de otros. Desde esta perspectiva, la fe es vista como esencial e inseparable de la razón.

En segundo lugar, la fe vista como dirigente de asuntos más allá del ámbito de la razón, es donde la fe es vista como cubriendo asuntos en los que la ciencia y la racionalidad son incapaces de tratar, pero que, sin embargo, son enteramente reales. En consecuencia, desde esta perspectiva la fe es vista como complementando la razón, al proveer respuestas a preguntas que de otro modo serían incontestables.

Por ultimo aspecto abordable, la fe muchas veces es vista como contradiciente a la razón, puesto que la fe es vista como opiniones que uno mantiene a pesar de que la evidencia y la razón digan lo contrario. Así pues, en este punto la fe es vista como perniciosa con respecto a la razón, como si impidiera la habilidad de pensar, lo cual no es cierto.

En conclusión, a los análisis anteriores que se han propuesto en este tratado, la posición que propone a la fe como directora de asuntos que se encuentran más allá del ámbito de la razón sostiene que la fe es un complemento de la razon, porque el ámbito del conocimiento humano racional es limitado. 

Ya la biblia lo menciona: "la fe es la garantía de lo que se espera, la certeza de lo que no se ve." Hebreos 11, 1... Al igual, bajo esta perspectiva, vemos como la fe corresponde a creencias que, aunque posiblemente del todo verdaderas, no pueden aún ser completamente captadas por nuestra razón.

Por ello la fe no es creencia estática divorciada de la razón y la experiencia. De hecho, la creencia por fe parte de las cosas conocidas por la razón, y se extiende a cosas que son verdad, aunque ellas no puedan ser comprendidas, y por lo tanto es válida en la medida que responde a preguntas que el pensamiento racional es incapaz de responder.



"Entre fe y razón no hay hostilidad, sino una sinergia fecunda y fructífera. Dios es diverso del mundo, pero se expresa en el mundo y el mundo nos reenvía a Dios, por lo que la razón puede llevar a Dios indagando sobre el mundo"
 (Benedicto XVI)





















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